Y mientras el presupuesto del nuevo Bosque de Chapultepec se lleva la parte del león, el CIMAM (Comité Internacional de Museos y Colecciones de Arte Moderno) advierte que la situación de los museos mexicanos representa una preocupación especial, pues su viabilidad depende enteramente del apoyo estatal, en momentos en que “el actual gobierno ha comenzado a desmantelar instituciones públicas veneradas, erigidas a lo largo de numerosas generaciones”, con la mayoría de sus trabajadores contratados dentro del capítulo 3000 (sin plaza de base y derechos laborales disminuidos, entre otros el de acceso al servicio médico). 

Agrega el CIMAC que en 2019 se quitó a los museos hasta 50 por ciento de los fondos para exposiciones y en marzo de este año 50 por ciento de su presupuesto operativo. Copia de esa declaración fue enviada a Lucina Jiménez por mera cortesía, pues no tiene con qué afrontar el asunto, y a Marcelo Ebrard, quien, hasta ahora, es el único funcionario que resuelve problemas. Ante la actual situación, cabe recordar al gran Justo Sierra, quien escribió: “Si el Estado, que es en todas partes el rico, el poderoso, y que es casi la única persona poderosa y rica entre nosotros, no pone la mano en la cultura superior, no la organiza, no la defiende, no la impulsa, no hace de todo ello uno de sus deberes primordiales, ¿quién lo hará?”.